jueves, 25 de agosto de 2011

Mas viejo, mas sabio...


La madre superiora escocesa de 98 años, estaba en su lecho de muerte.

Las monjitas la rodeaban, intentando hacer cómodo su último viaje.

Trataron de darle leche calentita, pero no la quiso.

Una monjita se llevó a la cocina el vaso de leche, recordó una botella de wisky escoces que les habían regalado el obispo para Navidad y le puso un buen chorro  a la leche.

Volvió al lecho de la superiora y le acercó el vaso a la boca.

La superiora bebió un sorbito, luego otro y antes de que se dieran cuenta, se lo había acabado hasta la última gota.

Las monjitas le dijeron: "Madre, denos una última palabra de sabiduría antes de morir".

Sin apenas fuerzas, se incorporó un poco y les dijo:
 
"No vendan esa vaca".

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