Creer
en la vejez y en uno mismo
Jueves, 28 de Octubre de 2010
Envejecimiento
y vejez
Por Ricardo Iacub - Profesor de Psicología de la Tercera
Edad y Vejez, UBA
Uno de los efectos más dramáticos de los prejuicios
frente al envejecimiento es la creencia en que ya no habrá más desarrollo
personal y que se aproxima una serie inevitable de pérdidas. Tal situación
conspira de un modo muy particular contra el adulto mayor, ya que frente a los
cambios que se promueven con la edad, la persona desestima las estrategias
necesarias para afrontar dichas situaciones.
El psicólogo norteamericano Bandura (1977) consideraba
la importancia de la creencia en las propias capacidades para alcanzar con
éxito un determinado logro, y la incidencia negativa que puede ocasionar su descreimiento.
La pérdida de la memoria, por ejemplo, es uno de los
temas que más temor provocan en los adultos mayores y donde existen más dudas
sobre la propia eficacia. Con la edad ciertos mecanismos de la memoria se
enlentecen; esto puede generar una pérdida de confianza a la hora de alcanzar
la información que se quiere evocar y todo ello produce mayor incertidumbre.
Este factor se incrementa notoriamente cuando la persona supone que carece de
recursos para afrontar este cambio.
Diversas investigaciones nos muestran de qué manera se
ponen en juego estas limitaciones en los diversos momentos que implican el
trabajo de rememorar. Se ha constatado que algunas personas mayores dejan de
trazarse objetivos en los que se encuentre comprometido el uso de la memoria,
pudiendo abandonar actividades o trabajos que puedan requerirla. Al momento de
memorizar, puede surgir la amenaza de fallar, y con ello el incremento de la
ansiedad y el temor, lo cual inhibe en gran medida la ejecución de la tarea. El
grado de persistencia, es decir la necesidad de reiterar “tanto como sea
necesario” en pos de llegar a consolidar y evocar el recuerdo, pueden
disminuirse, así como también el uso de estrategias para organizar de tal
manera la información que permita codificarla adecuadamente y con ello
incrementar su efectividad.
Tal como señalan las investigadoras argentinas Feldberg
y Steffani (2009), creer que la memoria es inmodificable y que guiarla o
controlarla es en vano produce menos oportunidades de mejorarla. Las
experiencias científicas muestran que los estereotipos negativos hacia la vejez
en las personas mayores no sólo se visualizan con relación a la memoria sino
también en la autoestima, la capacidad para las matemáticas, el sentimiento de
poder ser eficaces y en toda una serie de retiros y descompromisos anticipados
de roles laborales y sexuales.
La explicación de estos déficits se encuentra en que los
mayores, al suponer que su rendimiento no va a ser bueno, elaboran estrategias
de evitación de un posible enfrentamiento que podría ser vivido como
traumático; o también porque responden a profecías sociales que suponen que los
mayores ya no pueden, no deben, etc.
Sin embargo, así como las creencias y los estereotipos
culturales negativos pueden disminuir los recursos intelectuales en los adultos
mayores, los positivos pueden resultar beneficiosos.
Las psicólogas norteamericanas Levy y Langer (1994)
presentaron los hallazgos de una investigación que mostraba la menor
diferencia, a nivel de la memoria, entre jóvenes y adultos mayores en China con
respecto a Estados Unidos. La explicación radica en que las visiones positivas
que hay en China en relación a la vejez y la función social que cumplen las
personas mayores ayudan a amortiguar los inevitables cambios biológicos que se
producen a nivel de la memoria. Cada día contamos con más evidencia científica
acerca de cómo las creencias sociales positivas influyen en la motivación, así
como sobre los resultados en áreas tan importantes como la memoria, la salud
física y el trabajo.
Las personas mayores que confían en sí mismos, y en su
propia eficacia, establecen metas que los desafían, al tiempo que contemplan
los cambios propios de la edad y realizan los esfuerzos necesarios para lograr
sus objetivos, ya que sienten que tienen el control sobre los acontecimientos,
pudiendo persistir ante los fracasos y las contrariedades y cambiar aquello que
les produce malestar o insatisfacción.
Fuente: Clarín.com - 10/10/2010
http://www.clarin.com/opinion/Creer-vejez-mismo_0_351564976.html
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