Un hombre muy tímido estaba cansado de ser dominado por su esposa.
Fué cuando decidió ir al psiquiatra y este le dijo que necesitaba construir su autoestima y para comenzar le prestó un libro sobre autoconfianza que el leyó mientras iba para su casa y terminó justo cuando estaba llegando.
El hombre entró intempestivamente a la casa, buscó a su mujer y con el dedo señalando la cara de ella, le dijo:
El hombre entró intempestivamente a la casa, buscó a su mujer y con el dedo señalando la cara de ella, le dijo:
¡De ahora en adelante quiero que sepas que YO soy el hombre de esta casa y mi palabra será ley!
Y continuó:
¡Quiero que prepares hoy una cena como para los dioses,
con una sobremesa divina, y al terminar de cenar, subes y
me preparas un baño espectacular con sales, para relajarme!
Cuando termine mi baño ¿adivina quien me vestirá, me peinará y me pondrá mi colonia preferida?
¡EL HOMBRE DE LA FUNERARIA!
¡Quiero que prepares hoy una cena como para los dioses,
con una sobremesa divina, y al terminar de cenar, subes y
me preparas un baño espectacular con sales, para relajarme!
Cuando termine mi baño ¿adivina quien me vestirá, me peinará y me pondrá mi colonia preferida?
¡EL HOMBRE DE LA FUNERARIA!
No hay comentarios:
Publicar un comentario